martes, 3 de agosto de 2010


A veces no vemos mas allá de las luces, dejamos de pensar cuando el sol se apaga o el dolor censura la mente y la aprisiona en el abandono.
Gracias por elegir mi útero, por ser yo quien albergo tus primeros minutos de existencia, por querer mi pecho para amamantarte, por regalarme esa corta vida de felicidad.
Gracias por ser yo quien tú querías que estuviese en el gris de los días y por llenarme de recuerdos, por enseñarme a ver que todo tiene dos caras y gracias muchas gracias por quererme….


Carmen Puerta