Sombras descendientes por debajo de las letras,
regresas al abismo que son mis días y aprendes
que la vida es una libreta vacía donde caben los números,
las formas sin tildes, incluso las esdrújulas pueden salir de la
mano de una llama distraida.
No hace falta que tenga forma lo que dices, pudiendo dejar
tachones de lápiz, soles de color amarillo limón, y hasta
puedes permitirte el lujo de poner un pequeño insulto en el
margen derecho de la ultima hoja, donde también tenias un
corazón cruzado por una linea que parece una flecha...
solo debes dejar en el cajón de la ausencia y olvidarlo
como haces cada vez que le das la espalda a lo que sucede
en esa otra casa que se llama mundo...
en la hoja antepenúltima, esa rota y llena de tachones
y letras mal borradas, existe un nombre, en minúsculas
" haiti" no lo recuerdes hoy y mañana simplemente tires a la
papelera de la existencia humana...
carmen puerta
Hermoso texto y gran reflexión. Me ha gustado mucho. Los últimos versos tremendos. Es cierto, así sucede..
ResponderEliminarUn abrazo.