Míara sonríe cuando él se acerca,
deja bajo la mesa su bolso gris
y con la timidez de un pajarillo
sonríe esperando la complicidad
que le lleve al abrazo.
… pero no llega, solo la ausencia entre
los recuerdos de un pasado
que un día fue presente y el sabor
de la nostalgia en forma de lágrimas
que con brusquedad bajan
por su garganta.
Míara ya no espera,
el camino es largo pero sabe
que debe hacerlo sola …
deja bajo la mesa su bolso gris
y con la timidez de un pajarillo
sonríe esperando la complicidad
que le lleve al abrazo.
… pero no llega, solo la ausencia entre
los recuerdos de un pasado
que un día fue presente y el sabor
de la nostalgia en forma de lágrimas
que con brusquedad bajan
por su garganta.
Míara ya no espera,
el camino es largo pero sabe
que debe hacerlo sola …
Carmen Puerta
Nunca es bueno detenerse a esperar... el camino hay que hacerlo aunque sea a solas.
ResponderEliminarBello poema, un beso para ti Carmen.
otro para ti Suso.....
ResponderEliminarEstimada Carmen, la ausencia es mala compañia. Un placer leerte y saludarte.
ResponderEliminarPor cierto no sé si te comenté, mi padre era de Tafalla, adoro Navarra.
Yo también esperé. Y tuve que levantarme de mi asiento y seguir mi camino, hacia delante, sin mirar hacia atrás. Solo lo justo.
ResponderEliminarUn beso.
Santiago, me alegra esa cercania.... sonrio y gracias por leerme. azul
ResponderEliminarMr.Black, levantarse es casi obligatorio, siempre me levanto una y otra vez, me alegra que tu tambien lo hagas.... otro para ti
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