Soy labradorita en el pasado de un presente,
Caliza como el ayer
de una cantera ,
alma trémula, indolente sin futuro.
- Rozas, haciéndome cálida-
Mis labios desidiosos e inmóviles
resurgen respirando lentamente,
tu lengua huella de mi tacto,
negligente que despacio despierta.
-Inmóvil, inactiva, asustada-
Tú, cauce de agua
paciente,
que desnuda poco a
poco mi alma
oscura, blanca.
Abro los ojos entre los brazos de tu aliento
cimbrea mi pecho y
cancanea
buscando tu boca ,
siendo mujer..
siendo mujer..
Carmen Puerta
Cancanea en tu busqueda mi aliento,
ResponderEliminarsiento frío,
el olvido inunda los rincones más profundos
del silencio.
Jamás te irás.
Le robaré los murmullos a la brisa
y al viento,
estarás conmigo,
estarás siempre.
(Perdona por adueñarme del primer verbo, pero me susurró algo y salieron esos versos).
Desde el profundo azul, siempre.
Tuyos son... y más preciosos esos versos que comienzan con el color de un cancaneo... bella palabra y poco usada.
ResponderEliminarUn azul cancaneado amigo mío.
Precioso!
ResponderEliminarHola Carmen, me encanta la rosa perfumada que guardas en tu alma liberada y comprometida a
ResponderEliminarhacer el precioso poema que con admiración leo
y escucho música de tu corazón latido, ¡¡precioso!! Gracias, nos vemos.
Un beso
Ángel-Isidro.
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/
Muchas gracias ÁNGEL-ISIDRO.... cimbrea mi alma ante tales palabras.
ResponderEliminarazul para ti amigo mío...