domingo, 27 de diciembre de 2009

soledad


Como un tifón es el peso
De mi piel sobre mi cuerpo
Latidos intensos
son de fuego el abandono
que emerge como un volcán.

Y me haces tuya,
Soledad…

Marea de sabia salada
dejas sobre mí, paralizando el tiempo,
cierras tus ojos al hilo
intenso que hace que sólo pueda
desearte una vez más.

Luego, como un halcón
en pleno vuelo, profundizas
haces que sea perfume,
sombra de niebla
que baña mis entrañas.

Pasa discretamente la aguja del reloj
como pasan los caminantes en busca
del sendero prometido, vuelvo a ser,
soledad, en mi cuerpo cansado de mujer.

Carmen Puerta