lunes, 2 de abril de 2012


Bailas suavemente, haciéndome ver que estas dentro de mí, existes, sabes que debo escucharte, sin embargo ahogo tu voz en compases de espacios silenciosos.
Me dices que el camino termina, ese que he pisado descalza mientras llovía, el que tiene muguetes de felicidad en su orilla y hace que el sol brille delante del nublado gris.
Hoy todo es borroso, quizás solo sea un espejismo más del mismo momento que vivimos pero no me arrepiento de las piedras que he acariciado a mi paso, de las tinieblas que nos arropan y no separo el ritmo latente de mi corazón pegado al tuyo en este baile de malditos...

Carmen Puerta