jueves, 19 de julio de 2012





 

Arriar las velas de mi destino,
partir las lágrimas no usadas,
descontrolar el cajón de la ropa sucia
y limpiar el polvo de la vida.
comprar kilo y medio de néctar
para hacer dulce el  enfado,
tres cuartos de dragón rojo
y salarlo después de tu boca.
no olvidar recoger las sabanas
que usamos antes de ayer,
moler el café de los sueños,
almíbar la piel después del baño,
recibir la carta sellada con vino
y después de repasar las tareas
llamar a tu puerta para detrás de ella
volver amarte durante una hora,
tres minutos y algún segundo olvidado
debajo de mi vestido rojo.
(llamar al médico de mal de amores)

Carmen Puerta