sábado, 16 de enero de 2010

El regalo de una noche...


Son tus manos
un desfiladero de miel
que hace gritar al silencio.

Gota de sal intima
descendiente del olvido
a la tempestad que despiertas.

La misma luna llora
por esa ausencia presente
mientras tu huella
deja efecto de mariposa
sobre su espalda.

Safo, Cibeles,
Helena de Troya ofrecen
su mundo a tus manos.
Venus roba al hombre
que las acompaña.

Yo,- pregunto-:
¿Son dedos
que caminan solos o es tu alma
aventurera adicta a ellos?

La respuesta será hallada
en el caprichoso tiempo
cuando mi poro sea
propiedad del gesto
dulce almendra de tus manos.

Carmen Puerta

noche fría en un 15 de enero...