He encontrado la sombra
de un hombre azul
naciendo de nuevo,
militando sin reglas,
amando el silencio y
suspirando el tiempo.
He reconocido su espalda entre
las ruinas,
aprendiendo a escapar
de los atascos
refugiándome en la
ciudad de sus brazos
y llorando jaurías humanas.
He coleccionado números
bíblicos,
Hacedores de añiles
gemidos
furtivos en el lecho.
He encontrado sus ojos
mirándome
sus manos acariciando
mi cara
y su silencio callando lo que no siente.
Carmen
Puerta