domingo, 12 de febrero de 2012


Abrir los besos con la delicadeza del agua,
cerrar los abrazos caldeando el alma,
despertar la magia
y sentir los latidos de la voz.

Poco a poco describir las formas
que tu piel dejo tatuadas,
desnudar recuerdos,
detener noches ausentes,
y sentir los latidos de tu voz.

Y sentir los latidos de tu voz
en distancias cercanas,
recoger los besos dados
para plantarlos,
llevarlos puestos por si vienes
y entonces… entonces…
Sentir tu voz en mi latido.

Carmen Puerta