domingo, 18 de septiembre de 2011


Palabras silenciosas caen como hojas en otoño,
amordazo la mente para no sentir amor por ti,
suturo cuidadosamente la herida que a corazón abierto
has plantado entre el surco del deseo y el placer.
Siempre utilizo las mismas letras
los acostumbrados versos dibujan
desamores pasados, caminos, vidas, sombras
y la niebla que como dama avanza lentamente
pero lo absorbe todo.
El agotamiento emborrona la descuidada
poesía y hace que el pensarte hoy sea inútil.
Sigo espantando fantasmas, imaginando como
debe sentir el corazón cuando es cuidado,
lo que disfruta el ego cuando regalas
besos prohibidos y los proclamas
entre una multitud que esta ausente de oídos.
No te gusta escuchar los sonidos que aman,
aunque pienses en mis manos y mi piel
haga de tu pensamiento un carcelero
que golpea sin piedad.
No amo, no se hacerlo, pero te diré
que te amare cuando no deba, te deseare cuando
sea ilegal e illegitmo y buscare en otro
el donante voluntario que borra tu recuerdo.


Carmen Puerta