lunes, 1 de febrero de 2010

Tengo cinco dedos para amarte.


Me mostrare desnuda para
cubrirme de nieve.
Dejare bajo la cama el vació
de los edificios que viven solos.
Poco a poco me alejare de océanos
huérfanos de árboles cristalinos
recubiertos de asfalto gris.
Buscare entre la añoranza y el viento
esa lluvia que recubre el cabello
de las sirenas africanas.
Allí, donde no llegamos con el
sonido del diamante negro y el
gusto a nicotina que baña el aire.
Volveré a mostrarme desnuda
para buscar el manjar más preciado
llamado territorio salvaje
siendo África
cuerpo de olas.


Carmen Puerta