miércoles, 27 de enero de 2010

Querido Vicent.


Solo un pensamiento hace que pinte estas letras, quizás debo buscar el indicador hacia ese fin del mundo que necesito o tal vez, solo tal vez encontrar en una tirada de tarot de esas que tiene arcanos, ósea la vida…. El camino que debo buscar.
Querido Vicent, hablan tanto tus cuadros, de soledad agitada, de aislamiento incomprensivo y gimen los colores como gime el viento al encontrar ese lado del muro sin arista.
Seguro que Teo comprendía con un asentamiento de cabeza o simplemente con un momento de presencia la soledad que te agitaba, hoy soy capaz de ser ese cuadro lleno de verdes camuflados en ámbar de soles.
Cuando se rompe el alma y de eso ambos sabemos sin necesidad de explicación no se repara, ni el tiempo o el amor son capaces de disminuir el dolor que causa la herida aunque esos abrazos ayuden y el asentamiento de cabeza dentro de un autorretrato distinga el antes y el después de la ruptura.
Vicent, hoy te pido el campo donde me hallo, entre las pinceladas rotas y aquellas mas largas, las trazadas por la mañana y justo detrás del rojo que depositaste en mi almohada, una noche que llovía… detrás de unas cartas y entre el pasado de una vida y el presente de hacer pasado esta vida mía.
Querido Vicent, sabes donde encontrarme…

Carmen Puerta





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