jueves, 11 de febrero de 2010

Querida mamá ausente...


He dejado los pendientes de luna
en la cuna que son tus brazos,
he roto las barreras
saltando sobre el tapiz de la cordura,
para amarlo…
Quizás mama, no comprendas esta carta, este escape,
quizás mama, mis versos adolescentes
ya no están impregnados de rosa amapola.
Pero sabes?
cuando lo miro, el mundo chispea
en mil colores de lluvia.
Sintiendo sus caricias
desciendo al precipicio de emociones que son sus ojos,
y asciendo como halcón en llamas al cielo.
Rompo las reglas establecidas
alejándome de príncipes azules,
porque él, mama, me hace sentir mujer,
piel de su piel y mirada de sus ojos,
quizás comprendas mama, que soy feliz
sin olvidar jamás que tengo la cuna del amor
en tus brazos…


Carmen Puerta

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