martes, 2 de marzo de 2010


Desde mi café
tengo una ventana de sal,
las palomas picotean
el cotidiano rumor
de los transeúntes.
Las madres llevan colgando
las mochilas llenas de prisa
y niños con color de globos.

Dejo la mirada dentro
siempre medio lleno de preguntas
y medio vació de ti,

Esta ya frió,
voy dejando caer dentro de el
mi matutina mañana
y te encuentro,
entre los restos del azúcar,
te encuentro, como una cucharada
de miel que ilumina mi vida.


Pasa un autobús hueco,
las prisas han dejado la escuela.
Miro mi taza y no veo nada
levanto mis ojos
me miras y llega tu recuerdo
lleno de sabia y sal
que me rapta de esta vida presente.

Tengo frió, no me abraza el sol
que acariciaba mi cuerpo,
mi piel dulce ha dejado
restos de sal en tu cama
y vuelvo a recordarte
en esta taza de café fría
donde guardo los recuerdos.

Ansió... que deje de llover,
deseo… ver el horizonte,
y busco la valentía que me lleve
lejos de ti.
Carmen Puerta

2 comentarios:

  1. Hay que ser valientes, decididos y orgullosos para olvidar...Pero cuán difícil es tener todos los ingredientes.
    Un abrazo.

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