domingo, 13 de diciembre de 2009

Perdiendo un lunes






Levanto despacio las sabanas de los vinos y las rosas,
encorcho el resto de la botella que dejaste abierta,
transcribo la forma arrugada de un despertar,
comienzo a buscar la normalidad sin encontrarla.

He rebuscado entre los cajones,
debajo del sofá
incluso, deshojadas las hojas de un cuaderno
donde escribirá el ocaso del domingo.

Pasan los minutos, las horas
y los segundos disfrazados de
estambres amarillos,
sigo sin encontrar el lunes maldito...

Recordando lo que no hice,
lo que quise hacer y lo no prometido,
regrese al mismo domingo,
volviendo sobre los pasos
de tres segundos olvidados.
Fui más lejos,
levante los muebles de madera,
aquellos hechos con robles de momentos,
saque los cajones de la desesperación,
reorganice lo más íntimo
- lo oculto-
y me di por derrotada cuando descubrí
que me faltaba el lunes,
porque me lo había bebido en tus brazos.



Carmen Puerta

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